jueves, 10 de febrero de 2011

Segunda entrada nro 100

Hoy me cagué mucho de risa. Salí con un amigo que hacía meses que no lo veía, y con un amigo de él. No me pudo haber caído mejor. ¿Viste cuando conocés a una persona divina, agradable, divertida, interesante? Bueno, así.

Fuimos con Tobi al supermercado de Norte (que en realidad, Norte es un supermercado, que haya un cine ahí es otra cosa. Y ahora que lo pienso, ya no es más Norte, es Carfur o como se escriba) porque iba a averiguar un precio de un aire acondicionado. Cuestión, con el amigo (Lucas) nos fuimos a caminar por el supermercado.

A ver, ¿quién en su sano juicio se pone a pasear en un supermercado? Yo, por supuesto. Estuve mirando un poco los precios de las carpetas, y las hojas, y esas cosas. Luego las comparé con una propaganda que justo justo justito había en mi casa. Precios de mierda, me voy a fundir. No, en serio. Creo que me sale más barato sobornar a la directora para que haga un título de secundaria falsificado (no es mala idea, en función del costo, pero por desgracia yo disfruto el colegio)

Bueno, llego a mi casa (los muy grosos me acompañaron. Gracias) y me encuentro a Niko, a Juli y a Fabri. A lo cual decido acompañar a Clyde a la parada. Pasamos por lo de Lu y no nos abrió (no escuchó el timbre, podés creer?) y pasamos por lo de Porti quien tampoco estaba. Qué maldad.

A la vuelta, se le rompió la ojota a Carla. Un bajón. Le quise prestar una sandalia pero no le entró. Otro bajón.

Ahh, en la plaza (no me acuerdo cuál) me encontré a Gasty. Qué lindo verlo, lo extrañaba... Un día de estos me lo llevo a pasear a él, a Lu y a la bici. Si quiere. Si no quiere, los secuestro. Los extraño, y me molesta extrañar a la gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si no comentás, hay tabla.