Febrero la tenés adentro

Como siempre, voy a quejarme. Estoy harta de la subjetividad del paso del tiempo. I mean, ¿cómo puede ser posible que febrero sea el mes más corto de todos y es el que más lento transcurre? Ya no lo tolero más. Quiero arrancarlo del almanaque y romperlo en muchos trocitos...

Tengo calor, tengo mucho calor. Y encima la notebook está muy caliente. Pero no tengo mucho para hacer. Encima me duele la cabeza. Y para colmo estoy nerviosa/ansiosa por Jehová sabe qué cosa. Y me está cansando el libro de Tutankhamón. El fragmento que estoy leyendo es muy interesante, guarda. Pero, ¿alguien me dice qué corno tienen que ver las empresas esas que te congelan cuando te morís para descongelarte en el futuro?

Aprovecho y relato un poco esto: Resulta que hay ciertas empresas que por sólo 300 euros anuales te congelan (en caso que hayas tenido una muerte por... ponele que SIDA, o cáncer, algo de eso) para que, dentro de unos años, cuando se descubra la cura para la causa de tu muerte, te descongelen y te salven la vida. Yo no le veo sentido. O sea, si me muero y me despiertan 70 años después, las personas que conozco ya no van a estar vivas, punto número uno. Punto número dos, no voy a entender un carajo. Voy a ser como un marciano.

Va a pasar como esas películas de terror que un tipo se despierta un día y el mundo es un quilombo y no entiende nada. Y encima que me van a cobrar los 300 euros (por año) que gasté mientras... dormía, supongo.

Claro, eso en el extremo caso que me descongelen. Porque, oh, sorpresa, estos no son más que experimentos. Todavía no hubo ningún caso de alguien que se haya descongelado y siga vivo. ¡Qué gran inversión eh!

Aunque... visto desde otro punto de vista... tal vez estas personas tenían calor. Tal vez estaban en pleno febrero con la computadora caliente en las piernas. Tal vez estaban tan aburridas porque no tenían un blog donde desahogar sus penas...

Ahora todo tiene sentido. Querido blog, me ahorraste 300 euros.

No obstante: febrero, estás en Mi Lista Negra. Justo entre Justin Bieber y La remera roja que me quedó chica.